La marca de la Bestia, más conocido como el número de la bestia, es un término bíblico del libro de Apocalipsis, del Nuevo Testamento, que está asociado con la bestia del Apocalipsis en el capítulo 13.? En la mayoría de los manuscritos del Nuevo Testamento, la marca de la Bestia está comúnmente asociada al número 666.
Pero 2020 , es también un número con muchas connotaciones.
- 2020 es un número autobiográfico, “me explico:”
Un número es “autobiográfico” si, empezando por la izquierda, su primera cifra indica el número de ceros del número, su segunda cifra el número de unos, etc. Por ejemplo, el número 2020 es autobiográfico porque tiene 2 ceros, 0 unos, 2 doses y 0 treses.
- Se puede expresar como la suma de cuadrados de los cuatro números primos consecutivos. 17, 19, 23, 29.
2020 = 172 + 192 + 232 + 292
En cualquiera de los casos Nostradamus, el profeta más famoso del mundo, se fijo en el y profetizó en el siglo XVI; no solo la pandemia del coronavirus sino también una crisis económica, guerra, cambio climático y el futuro de dos altos mandatarios.
En el viñedo también un año difícil. Fuerte estrés con el persistente mildiu, luego oidio y las tormentas, y al final con las uvas madurando, lluvias con calores que amenazaban con botritis en unas uvas con notable adelanto del grado sobre la madurez fenólica.
Bueno, pero las uvas han ido entrando en las bodegas razonablemente bien y se ha ido equilibrando paulatinamente la carga fenólica, aunque hay también parcelas muy cargadas, con uvas de grano grande, que cuentan con una acidez total muy baja y a las que les cuesta alcanzar un grado optimo.
Pero en esta cosecha del COVID-19, si algo sobra es uva y vino. El MAPA ya avanzaba en Agosto una cosecha de uva de vinificación 2020/21 de casi 5,48 Mt, un 7,6% más que en la anterior. Y eso teniendo en cuenta que Agroseguro, señaló a esa fecha, haber recibido partes de siniestro en el cultivo de uva de vinificación que cubrían una superficie damnificada en todo el territorio nacional de 93.551 hectáreas.
Los daños en la superficie asegurada que sufrió la siniestralidad se eleva hasta esa fecha a 46,18 millones de euros. Por CC.AA., Castilla-La Mancha sería la región más damnificada en este cultivo, con una previsión de indemnizaciones por siniestralidad de 14,64 millones de euros (31,7% del total nacional), seguido de La Rioja, con casi 9,2 millones (19,8%) y la Comunidad Valenciana, con cerca de 9 millones (18,7%).
En Rioja nos encontramos con 66.288 hectáreas productivas, de las que 60.293 son tintas y 5.995 de variedades blancas. Es decir, aún con la reducción del potencial productivo máximo amparable (90%), 401 millones de kilos, 353 millones de kilos de uva tinta y 48 de blanca.
La Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha puesto ya a disposición de los operadores del sector vitivinícola el “Estudio de Costes de producción de uva para la elaboración de vinos en España”, que establece una metodología para el cálculo de costes de producción de uva con destino a transformación en vino, que ha sido testada con viticultores de toda España, para distintos sistemas de cultivo y manejo de la vid.
Calculado de este modo y debido a la dispersión de datos, parece mas oportuno el uso de la mediana para este cálculo, que quedaría en 3.047,35 euros por hectárea para el coste total (de los que 2.493,73 euros/ha corresponderían al coste de actividades). Si trasladamos esto a uva tinta DOC Rioja, haciendo el cálculo a 6.500 Kg. por Ha., nos arroja un coste de 0;51 € / Kg. de los que 0,38 € / Kg. corresponden a actividades.
Por otra parte Agricultura fijó entre 0,65 y 0,67 euros el coste de un kilo de uva tinta en la DOC Rioja y de 54 céntimos para la uva blanca. Si bien, para ello toma como referencia la cosecha 2019, que tuvo una producción excepcionalmente baja y, por consiguiente, un notable incremento del coste por kilo.
La norma fija que el precio de compraventa de uva se debe fijar en contrato tras la negociación de las partes y considerando los costes efectivos de producción de cada viticultor, sin embargo varias Bodegas “ARRASACAMPOS” aplican tablas que apenas superan los 50 céntimos y con contratos en los que el viticultor ‘asume’ cubrir los costes al dejar las uvas, es decir al final del contrato se van a encontrar con la coletilla:
«El precio pactado, según declara el vendedor, cubre el coste efectivo de producción de la uva objeto del presente contrato, esto es, uva de vinificación validada por el Consejo Regulador para vino DOCa».
Tablillas con precios de entre 48 y 58 céntimos para el kilo de uva, en función de las valoraciones de calidad del producto. Así las cosas, una uva perfecta, de ‘100 puntos’, se pagaría según dicha tabla a 58 céntimos, mientras que una uva de ’65 puntos’ o menos se pagaría a 48. En el caso de las variedades blancas, el precio es de 45 céntimos. Lo cierto es que las ventas de los últimos graneles del 2019 estaban presionando a la baja de los precios. AGE y Campo Viejo, los mayores compradores de uvas de Rioja, intentaron poner suelo con varias operaciones entre 64 y 68 céntimos por kilo, que irían en línea con las garantías de costes de producción ‘oficiales’, pero ya son varias las compañías que están ofertando precios por debajo.
Los sindicatos agrarios denuncian que «la caída de ventas de vino embotellado no justifica estos precios y más cuando hablamos de empresas que han tenido importantes ayudas públicas por la crisis del COVID que deberían haberse condicionado al pago de precios dignos». Varias de estas bodegas percibieron cientos de miles de euros de fondos públicos para financiar el almacenamiento privado de vinos dentro del plan de ayuda del Ministerio de Agricultura al sector contra el COVID-19 y han accedido a créditos de campaña ventajosos y financiados por las administraciones riojana y vasca.
Alegran un poco el panorama algunas bodegas como Marqués de Riscal, con precios de hasta 0,80 para el kilo de uva tinta (13 grados para viñas de menos de 15 años); hasta 1 euro (13,5 grados para viñas entre 15 y 49 años); y hasta 1,45 euros (13,5 grados para viñedos de más 50 años). Para la uva blanca, el precio fijado es de 70 céntimos. Asimismo, Bodegas Muga de Haro, parte en sus tablas de 70 céntimos para las uvas tintas hasta 1 euro, en función de la calidad y del tipo de vino para el que se empleen (rosado o tinto).
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