Parece ser que el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) y la asociación que representa a la industria china del vino (CADA), han llegado a un acuerdo por el cual resuelven sus diferencias ambas asociaciones empresariales y que  incluye el compromiso de cooperar en aspectos técnicos para el beneficio común de la industria del vino de la Unión Europea y de China.Según esto, ya está, se terminaron las investigaciones anti-dumping y anti-subvención sobre el vino europeo, pero trás las pertinentes auto-felicitaciones de los políticos y ríos de tinta al respecto; han de saber que hemos perdido, dinero y información.

Por una parte, minutas de abogados y de intérpretes (el trabajo se ha hecho en mandarín) pero lo gordo es que les hemos mostrado los márgenes comerciales y la operatividad de las bodegas españolas y nos hemos comprometido comercialmente y en otras áreas técnicas como experimentación, cultivo y técnicas de mecanización de viñedo, vinificación y control de calidad, marketing, catas de vinos y sistema de protección de las indicaciones geográficas.

Nos han engañado como a chinos. Intereses mucho más importantes, relacionados con los paneles solares alemanes, han prevalecido; y el vino, como en tantas veces anteriormente, ha sido la moneda de cambio.

Mientras tanto, estamos ante una eclosión de acontecimientos cotidianos cuyo único objetivo es vender vino a los chinos. Así, la VI Jornada DIAM ‘Objetivo China. Qué vinos hacer y cómo venderlos con éxito en el mercado chino de alta gama’ que contó con la colaboración de la Asociación Enólogos de Rioja. Se hablo de ‘La D.O.Ca. Rioja en el mercado chino y las oportunidades de futuro’ haciendo un repaso a su evolución histórica y fijando las oportunidades de futuro que para el Rioja son positivas pues “ofrece, frente a sus competencia, dos mundos: la modernidad y la tradición”, sin olvidar las inversiones en promoción que este año son de 1,5 millones de euros. También sobre  ‘El consumo de vino en China y su demanda actual’ en la que se recordó que este mercado es el quinto consumidor de vino español y destacó que el precio del vino se ve incrementado desde la salida de bodegas hasta la llegada al consumidor, a base de impuestos, aranceles, transportes e intermediarios.

Demei Li, considerado por la revista The Drink Business como uno de los diez asesores vitivinícolas más influyentes en el mundo del vino, explicó ‘Qué tipo de vinos prefieren y cómo se comportan los chinos’. Explicó que aunque los chinos toman muchas bebidas alcohólicas, el consumo de vino todavía es pequeño. Orientó sobre los nichos de mercado de su país “que se encuentran en las generaciones de jóvenes”; en la importancia del precio porque “la botella de vino es un motivo de regalo y cuanto más caro sea, mejor será ese regalo”; sobre la preferencia de sabores “los dulces y afrutados son más apreciados, de la misma forma que la acidez, taninos altos y alta graduación sólo son valorados por los amantes del vino y la madera no es un factor predominante a la hora de la compra”.

La escritora, catadora, experta en comercio de vino en China y directora del World Wine Education en Shanghai, Jia Peng, explicó ‘Cómo posicionarse en el mercado del lujo, la importancia de la imagen’ incidiendo en la percepción del lujo que tienen los consumidores chinos -botellas con peso, etiquetas tradicionales- analizando cuestiones cómo el código de color y código de dígitos en China y destacando la necesidad de una buena traducción para tener éxito en la distribución.

Pero si nos paramos a pensar sobre los chinos y como funcionan, lo que está claro que es cuestión de tiempo que nos quiten mercados e incluso nos vendan vino a nosotros; y es que ya llevan tiempo, trabajando como chinos, llevan años estudiando la viticultura y enología mundial, realizando y analizando cruces de viníferas de calidad, cuentan con todos los microclimas habidos en el universo y con la sabiduría y paciencia de Confucio. Démonos por jodidos.

Si alguien piensa que China no es una amenaza para nuestras exportaciones. De momento, está claro que no, pero lo será. Especialmente para aquellos vinos baratos, que hoy por hoy, siguen representando el grueso de nuestras exportaciones mundiales. España durante el pasado año exportó a China 415.047 hectolitros a un precio medio de 1,78 €/litro, lo que no se puede decir que sea un mercado de gran valor.

También puede leer: “La gran borrachera china”

Empecemos a pensar como chinos, seguro que existe algún probervio chino que explica que aunque exista un tigre muy grande y bonito que todos quieren cazar, resulta más practico ir a cazar otros tigres, no tan grandes y bonitos, pero menos en el punto de mira de tantos cazadores, como puede ser al caso de otros gigantes asiáticos como India, Pakistan, Indonesia, etc.

Si quieren leer cuentos chinos, léanse uno bonito como el del siguiente post.