Resulta curioso que trás unos meses en los que cada día al levantarnos tenemos un nuevo recorte en nuestras economias, se publiquen en estos días unas nuevas normas que carezcan de ellos. Así ocurre con las normas de vendimia de Rioja para la nueva campaña 2012, que son más generosas si cabe, aunque el colectivo viticultor opina que si debería haber recortes; ya que no hay tantas uvas en el campo como la cantidad que puede ser admitida en las bodegas.
Entre las medidas incluidas en las “Normas de Campaña”, destacan las relacionadas con la fijación de los rendimientos máximos de producción. De acuerdo con las circunstancias de esta campaña 2012, que en líneas generales son similares a las del pasado año, el Consejo ha decidido mantener para la próxima vendimia los rendimientos máximos amparables establecidos por el Reglamento de 6.500 kgs. por hectárea para variedades tintas y de 9.000 kgs. por hectárea para variedades blancas.
Por otra parte, en atención a las condiciones climatológicas que puedan incidir al final del ciclo vegetativo del viñedo, en esta campaña el límite máximo para la entrega en bodega de uva que supere el rendimiento máximo establecido será del 10%, aunque el vino elaborado con dicha uva no será amparado por la D.O. y deberá retirarse de las bodegas en el plazo máximo marcado por el Reglamento, es decir, el 31 de mayo de 2013.
Los rendimientos máximos de producción autorizados se contabilizan de forma separada e independiente para variedades tintas y blancas, procediéndose a la descalificación del total del rendimiento de aquellas parcelas con producciones excesivas no contempladas en el Reglamento. En este sentido, la inspección de viñedos realizada por el Consejo Regulador durante la campaña tiene como fin detectar dichos excesos de producción y prevenir al viticultor para que los corrija, actuando en consecuencia a la hora de aplicar las técnicas de cultivo más idóneas para alcanzar el objetivo perseguido de optimización de la calidad.
Hay que señalar que los rendimientos en Rioja son muy inferiores a los de otras zonas vinícolas del mundo, lo cual es una buena muestra del nivel de autoexigencia existente en esta Denominación a la hora de imponer límites a la producción en favor de la calidad de los vinos.
Aunque el acuerdo casi clona las condiciones del trabajoso pacto del pasado año, no faltan matices claves. Así las normas de campaña para la próxima vendimia vuelven a fijar el límite máximo para la entrega en bodega de uva en el 110% del rendimiento reglamentario amparable. Por entendernos, mantiene los rendimientos máximos amparables de producción que establece el reglamento: 6.500 kilos por hectárea para las variedades tintas y 9.000 para las blancas. No obstante, «en atención a las condiciones climatológicas que puedan incidir al final del ciclo vegetativo del viñedo», el Consejo autoriza la entrega en bodega de un 10% extra, como el pasado año. Y en ese 10%, en ningún caso amparable y de retirada obligatoria de las bodegas antes del 31 de mayo del 2013, está la diferencia. En el 2011, la mitad de esa cantidad se destinaba a vino de mesa y el otro 5% restante, a destilación. Ahora, sin embargo, se eleva hasta el 7% el porcentaje de la uva extra que servirá para producir vino no amparado, con lo que sólo el 3% será para quemar, una insistente demanda de los productores, para los que el vino de mesa les reporta dinero mientras la destilación le supone más pérdidas.
La Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR) considera que las viñas de la denominación de origen Rioja no disponen de las uvas suficientes como para justificar el aumento de rendimientos para la próxima campaña de vendimia. La UAGR ha aludido, en un comunicado, a las normas aprobadas por el Consejo Regulador del Rioja para la próxima vendimia, que ampararán una producción de 6.500 kilogramos de uva tinta por hectárea y de 9.000 de uva blanca. Además se permitirá la entrada en bodega de un 10% más de lo permitido en el Reglamento, para destilación o vino de mesa.
Para UAGR es ese diez por ciento el que no está justificado, principalmente porque los agricultores perciben por sus uvas precios por debajo de los costes.
Fernando Hola, mis vinos favoritos son Rioja y Rivera del Duero. Yo creo que es pquore mi madre es riojana y mi padre de Valladolid. Aunque mi Rioja preferido es en realidad un Rioja alavesa.