En esta ocasión vamos a hablar de un nuevo juguete para vinos de reciente aparición. Un aparatito caro y molón que se me antoja puede ser útil para mejorar algunos vinos y seguro cambia la cata de todos ellos. Cualquiera que haya trabajado con una cubeta de ultrasonidos verá cristalino que un vino sumergido en ella cambiará.

Sonic Decanter es un decantador de vinos que funciona con ultrasonidos, del que afirma su creador no ser  necesario abrir la botella y con el que se garantiza que en pocos minutos se logra mejorar las cualidades del vino. Muy fácil de usar, basta con poner agua dentro, introducir la botella (abierta o cerrada) y pulsar el botón.

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Realmente la idea no es nueva, ya hace unos años se presento, sin demasiado éxito,  el Ultrasonic Wine Ager. Los dos sistemas solo se diferencian por el diseño, el tiempo de proceso y la integración de las nuevas tecnologías ( programación y avisos al smartphone de usuario).

Eso si, ahora nos lo venden mucho mejor, toma parrafada:

“El decantador ultrasónico de la empresa Dionysus Technology Concepts Inc trabaja con una tecnología que transforma la estructura molecular y la química del vino, cambios que se pueden medir y controlar en cualquier tipo de vino salvo en los espumosos que contienen CO2. La botella se puede introducir abierta o cerrada. Vinos que han sido abiertos y han perdido cualidades, los ultrasonidos lo ‘revitalizan’.

Con Sonic Decanter se pueden liberar aromas que habitualmente no están presentes en los vinos jóvenes, logra suavizar los taninos ofreciendo un sabor más afrutado en vinos sin envejecer o en vinos que ya tienen algunos años en botella. Otras características que la empresa atribuye al aparato son la eliminación de gases como el dióxido de azufre del vino, la reducción del pH y la modificación de otros componentes del vino, cambios que permitirán un mayor disfrute y mejor experiencia al consumir el vino.”

Lo que esta claro es que los ultrasonidos son unos excelentes desgasificantes de líquidos y con los que podemos eliminar más o menos gases disueltos en función de la potencia y el tiempo de uso; siendo mucho mas efectivos, evidentemente, con el vino abierto. De manera que conociendo bien un vino y las distintas posibilidades de utilización del aparato podremos cambiar sus matices organolépticos. Lo de foto asociadatransformar la estructura molecular y química del vino, es otro cantar, ya que necesitaría periodos prolongados de aplicación.

Eso si, si queréis jugar con ultrasonidos en vuestros vinos no es necesario que os gastéis los 250 euros de bellón en el aparatito, ya que podéis experimentar con ellos a partir de 30 €, por los que nos ofrecen cubetas de ultrasonidos para limpieza de joyas y otros enseres caseros. Los ultrasonidos son lo que son.

Mucho más interesantes y muy poco estudiadas me parecen las aplicaciones de ultrasonidos en bodega para la extracción de aromas y materia colorante durante la maceración, así como su posterior utilización en estabilización rápida de vino en depósito y mejoras en la crianza en barrica. Si quieren profundizar en este tema, aquí les dejo un enlace de la casa Hielscher Ultrasonics GmbH, pionera en el desarrollo de estas técnicas