El consumo del vino crece de forma espectacular en el país asiático, que ha lanzado incluso su propio fondo “espirituoso”. En España, ya tenemos el nuestro.

A China no le importa reconocerlo públicamente: quiere «emborracharse». Y lo peor es que el resto del mundo lo ve con muy buenos ojos; sobre todo los productores franceses de vinos y coñacs, los grandes beneficiados de esta fiebre «espirituosa» que se ha despertado entre la población china. Tanto es así que hace pocas semanas se anunciaba el lanzamiento del primer fondo chino especializado en vino, el Dinghong Fund, que pretende captar alrededor de un billón de yuanes (unos 156 millones de dólares).

El fondo, que invertirá principalmente en cosechas de Burdeos y Borgoña, está dispuesto a atrapar (requiere un periodo de permanencia de cinco años) el interés y el dinero de una población que hoy se mueve a impulso de marcas de lujo (el año pasado, un comprador chino pagó 140.000 dólares por dos botellas Lafite Rothschild de 2009). ¿Tendrá éxito ? Muchos no lo dudan. Con una inflación en el 6,5%, los chinos están deseosos de encontrar productos con los que obtener una rentabilidad atractiva. Y este promete, que no garantiza, sobre un 15%. Más información en Lujo a medida para chinos ricos y China: los nuevos ricos.

Con ello, se pretende emular proyectos similares nacidos en otros países. Uno de los más conocidos es el Vintage Wine Fund, de OWC Asset Management.  El fondo, registrado en las Islas Caimán, invierte en vinos «top» de diferentes regiones, desde la Borgoña a la Toscana, pasando por los viñedos de España, Portugal, California o Australia.

Otros ejemplos son los de International Wine Fund, Ipopema Fine Wine, Wealth & Fine Wine Fund, SPL Fine Wine, Starwines Chefs Fund, Vinum Fine Wine, BPA Fonds Wine, Deutsche DWS Wine Growth Commodity (estos dos últimos invierten en la compra física de botellas), SGAM Premier Cru o Wine Growth Fund; todos ellos muy diferentes a lo que aquí se conoce como fondo de inversión (la mayoría son cerrados, no disponibles en España, exigen  permanencia mínima y, por tanto, son ilíquidos). Hay incluso un índice sobre el vino: el Liv-ex Fine Wine 100 Index, calculado cada mes y que hoy está compuesto un 95% por Burdeos tintos, un 1,7% por Borgoñas tintos, un 0,9% por Burdeos blancos, un 2% por Champgne, un 0,3% por vinos italianos, y un 0,1% por caldos del Rhin.

Puede encontrar más información en Los fondos de inversión en vino crecen por el comercio global o en Los fondos catan la inversión en vino

El caso del Vini Catena

En España también tenemos nuestro fondo de vino, pero su esquema es totalmente diferente. El March Vini Catena, de  March Gestión de Fondos, es un fondo tradicional, con liquidez diaria, cuyo objetivo es invertir en compañías cotizadas que tengan un porcentaje significativo de sus resultados ligados a negocios que tienen que ver con la cadena del valor del vino: compañías distribuidoras, bodegas, compañías agrícolas o industria auxiliar del vino.

Dicen sus responsables, que se trata de un fondo de carácter defensivo y que, pese a no haber sido inmune a la fuerte caída de las Bolsas de este verano, su comportamiento ha sido mucho mejor que el de la mayoría de las Bolsas mundiales (cerró agosto con una caída anual del 6%). Entre los valores que mejor se comportaron: el grupo vinícola australiano Treasury Wine Estates; los fabricantes norteamericanos de maquinaria Deere y The Toro Company, los grupos de fertilizantes Potash  y Syngenta, y el holding japonés de destilados Takara. «A lo largo de los últimos meses, el fondo ha aumentado su exposición a las compañías bodegueras de la región de Champagne que tiene en cartera (Laurent Perrier, Lanson BCC y Vranken Pommery), especialmente en los últimos días de agosto tras la fuerte caída en sus cotizaciones», señalan desde March Gestión.

Por otra parte, han afianzado su apuesta por Treasury Wine States, donde han tomado posiciones. Se trata de la mayor compañía vitivinícola del mundo, fruto de la segregación del grupo australiano de cerveza Foster`s. Tiene una posición de liderazgo en Australia y una fuerte presencia en Estados Unidos, y está esperando beneficiarse del esperado crecimiento tanto de este último mercado como de China. El fondo, que subió en 2010 un 22,62%, ha recibido en los ocho primeros meses de 2011 entradas netas por valor de 17 millones de euros, tanto a través del fondo español como de la sicav luxemburguesa, creada en diciembre de 2010.