El gobierno chino ha pronosticado que la demanda para 2010, teniendo en cuenta la espectacular expansión del turismo, superará los 26 millones de hectolitros. Una cifra, que para calibrarse en lo mucho que representa, debe compararse con la producción de España en los últimos años, de entre 45 y 50 millones de hl.
Las expectativas indican que el consumo crecerá muy rápidamente, en gran medida a partir de la propia producción local, que ya cuenta con 130 bodegas. Ocho de ellas, joint ventures con compañías extranjeras, sobre todo francesas, que hacen soñar a las autoridades de Pekín con la pronta exportación de caldos made in China. Sin que todavía ninguna firma española se haya arriesgado a esos emprendimientos, aunque varias podrían estar ya en el disparadero. – Ramón Tamames
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